A muchos nos dejó un sabor agridulce el final de Juego de Tronos. En cuanto la serie se quedó sin el marco de referencia de las novelas de George R. R. Martin, empezó a ser otra cosa y el desenlace lo confirmó.
Sin embargo, debo confesar que, desde su conclusión, he vuelto varias veces a ella y he disfrutado mucho de las primeras temporadas. Incluso he encontrado puntos positivos en la séptima y octava temporada. Es, a día de hoy, una serie que no me canso de revisar y eso me ocurre pocas veces.

LA CASA DEL DRAGON es una precuela de fantasía dramática de Juego de tronos de George R.R. Martin sobre el ascenso y la caída de la Casa Targaryen. Cuando el rey Viserys I (Paddy Considine) pierde a su esposa y a un heredero varón al dar a luz, rompe la tradición y nombra a su hija, la princesa Rhaenyra Targaryen (interpretada por Milly Alcock y Emma D'Arcy), como la presunta reina regente. Pero otros compiten por el trono, incluida su prima, la princesa Rhaenys Velaryon (Eve Best) y su ambicioso hermano, el príncipe Daemon (Matt Smith). Incluso su mano derecha, Otto Hightower (Rhys Ifans), se está interesando en la dinastía familiar. A medida que aumentan las tensiones y el miedo a una guerra civil se vuelve real, Viserys también busca volver a casarse, lo que significa que todavía existe la posibilidad de que un heredero varón continúe la línea de sucesión.

La precuela de Juego de tronos, ambientada en Westeros aproximadamente 200 años antes del intento de Daenerys Targaryen de recuperar el Trono de hierro, es una combinación de fantasía y drama familiar destinada a atraer a los fanáticos de la franquicia. La mayor parte del conflicto gira en torno a la familia Targaryen y cómo las enredadas relaciones entre sus miembros se definen por un deseo de poder. Las narraciones destacan a los personajes y momentos clave que finalmente causaron que la familia se fracturara tanto que casi terminó con el linaje y provocó la casi extinción de los dragones. Los entusiastas de GoT lo encontrarán familiar y, a veces, predecible, pero La casa del dragón aún ofrece giros sorprendentes y algunos detalles que la hacen entretenida. Es posible que quienes recién descubren la franquicia no se den cuenta de algunos de los sutiles guiños a lo que les espera a los Targaryen (y al Reino) en el futuro, pero aún así podrán apreciar la historia. En general, es un derivado ingenioso que se mantiene fiel a las complejidades del universo de George R.R. Martin.
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